La Navidad... bella época donde se celebra el nacimiento del morrito de Chucho... a pesar de que MUCHAS fuentes han informado que el pequeño niño no nació en diciembre, si no por Junio o Julio, el caso es que nació en esas fechas donde no hay nieve... Pero bueno, se nos ha dicho eso, y se festeja así.
Éstas fechas muchas veces son criticadas de que son para puro y vil fin consumista, y no lo negaré, pues el consumo está a flor de piel. Basta con ir al centro unos días antes de Noche Buena para toparse con un montón de seres humanos histéricos comprando cosas. Que si para el niño, que si pa la suegra, que si pa la esposa... Un sin fin de ventas, un sin fin de aguinaldos gastados, un sin fin de ilusiones y pensamientos que rodean a la Navidad.
Sin embargo, a pesar de que es una fiesta que fue agandallada por las grandes empresas y que es usada como pretexto para poder vender más, hay un lado bello en la Navidad. Las reuniones familiares con los primos que uno hacía mucho tiempo que no veía, los amigos y la convivencia con ellos, el intercambio de regalos (pues uno se da cuenta cuanto lo conocen a uno cuando se trata de regalar), esa víspera donde todo tiene solución.
¡Basta con difamar la Navidad con el apodo de consumismo! Pero también, basta de defenderla y aceptemos que es de las fiestas más consumistas del mundo entero, y que hubo algun inteligente que decidió hacerla comercial. Coca Cola bien lo sabe... pero sus anuncios Navideños siempre son bonitos.
Mi punto es que gocemos la Navidad como cada uno sabe gozarla, ya sea no pelándola o poniendose como niño chiquito esperando a abrir los regalos.
Sí, falta un mes para la víspera Navideña, pero si el Palacio de Hierro puede emepzar a anunciar sus descuentos de Navidad, yo puedo empezar a hablar de ella.
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