Tengo un serio problema con los individuos que ponen el Raeggeton a todo lo que da en su automóvil. Ya sé, ya sé... Yo también pongo música a alto volumen... ¡pero no tan alto! Lo suficiente para escucharlo yo y uno que otro peatón que se asome... pero estos individuos es para que se escuche a 10 metros a la redonda, ¿o no?
Pues bueno, un día iba yo en Río Churubusco en la noche por Av. Cuauhtemochas y unas personas en un convertible iban con la música a todo lo que da. Ya no podía escuchar CURSE the GODS! de Destruction... y pues nadie se mete con Destruction en el carro. NADIE. Hice lo que cualquier otro ciudadano conciente hubiera hecho. SUBIRLE A DESTRUCTION!!!! Le subí el volumen a mi estereo patito de confesionaria y les declaré la guerra a los del convertible. Oh sí. Victoria. Me voltearon a ver con una cara que no tiene precio... se puso el siga y dieron vuelta. Sé que no es del todo bueno combatir fuego con fuego de manera que sólo genero contaminación auditiva, pero pues... son los pocos placeres que me ha dado la vida. Ya después le baje y volví a poner la misma rola.
La supuesta batalla contra el Raeggeton no se debe combatir por meils... se debe combatir con más música!!!!!!!!
¡Music of Mass Destruction!
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1 comentario:
Jejeje seguramente hay un blog donde relaten esta historia desde el punto de vista opuesto. Donde digan que estaban escuchando "unas rolas bien apasionadas" y llego un guey con afro y un coche y traia puesto un disco de "puro y vil ruido"
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