martes, 30 de octubre de 2007

Las toallas...

Estoy leyendo el libro de "La Guía del Autoestopista Intergaláctico" y ésta parte me pareció genial. Espero les guste tanto como a mí.

La Guía del autoestopista galáctico tiene varias cosas que decir respecto a las toallas.
Dice que una toalla es el objeto de mayor utilidad que puede poseer un autoestopista
interestelar. En parte, tiene un gran valor práctico: uno puede envolverse en ella para
calentarse mientras viaja por las lunas frías de jaglan Beta; se puede tumbar uno en ella
en las refulgentes playas de arena marmórea de Santraginus V, mientras aspira los
vapores del mar embriagador; se puede uno tapar con ella mientras duerme bajo las
estrellas que arrojan un brillo tan purpúreo sobre el desierto de Kakrafun; se puede usar
como vela en una balsa diminuta para navegar por el profundo y lento río Moth; mojada,
se puede emplear en la lucha cuerpo a cuerpo; envuelta alrededor de la cabeza, sirve
para protegerse de las emanaciones nocivas o para evitar la mirada de la Voraz Bestia
Bugblatter de Traal (animal sorprendentemente estúpido, supone que si uno no puede
verlo, él tampoco lo ve a uno; es tonto como un cepillo, pero voraz, muy voraz); se puede
agitar la toalla en situaciones de peligro como señal de emergencia, y, por supuesto, se
puede secar uno con ella si es que aún está lo suficientemente limpia,
Y lo que es más importante: una toalla tiene un enorme valor psicológico. Por alguna
razón, si un estraj (estraj: no autoestopista) descubre que un autoestopista lleva su toalla
consigo, automáticamente supondrá que también está en posesión de cepillo de dientes,
toallita para lavarse la cara, jabón, lata de galletas, frasca, brújula, mapa, rollo de cordel,
rociador contra los mosquitos, ropa de lluvia, traje espacial, etc. Además, el estraj prestará
con mucho gusto al autoestopista cualquiera de dichos artículos o una docena más que el
autoestopista haya «perdido» por accidente. Lo que el estraj pensará, es que cualquier
hombre que haga autoestop a todo lo largo y ancho de la galaxia, pasando calamidades,
divirtiéndose en los barrios bajos, luchando contra adversidades tremendas, saliendo
sano y salvo de todo ello, y sabiendo todavía dónde está su toalla, es sin duda un hombre
a tener en cuenta.
De ahí la frase que se ha incorporado a la jerga del autoestopismo: «Oye, ¿sass tú a
ese jupi Ford Prefect? Es un frud que de verdad sabe dónde está su toalla». (Sass:
conocer, estar enterado de, saber, tener relaciones sexuales con; jupi: chico muy
sociable; frud: chico sorprendentemente sociabilísimo.)

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